Policías bolivianos se rebelan contra Evo Morales y se unen a protestas por fraude electoral

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Tras la auditoría electoral en Bolivia, en la que se detectaron graves irregularidades en las elecciones celebradas el pasado domingo 20 de octubre donde al menos unas 35,000 actas de cómputo fueron modificadas digitalmente, se encendieron las calles del país andino y han puesto en jaque al gobierno de Evo Morales, que ha sido acusado de fraudulento.

El presidente Evo Morales ha insistido en permanecer en el poder contra la voluntad de la mayoría del pueblo boliviano que en una consulta popular votó contra su reelección. A las masivas protestas en Bolivia ahora se han unido los agentes de policía de las principales ciudades del país.

Los funcionarios policiales se declararon este viernes en rebeldía contra el gobierno de Evo Morales, que nuevamente ha denunciado un supuesto intento de golpe de Estado, porque la población y las fuerzas políticas opositoras exigen nuevas elecciones.

El primer motín policial se reportó en Cochabamba seguida de las unidades policiales de Sucre, Oruro y Santa Cruz donde los uniformados llegaron a tomar la gobernación con el apoyo de los miles de manifestantes que se encuentran en la calle gritando fraude y exigiendo que nuevamente se consulte al pueblo boliviano ante la evidencias de fraude.

Aunque en la Paz, se produjeron algunos repliegues policiales en varias unidades, no ha habido un amotinamiento abierto. Mientras que en Potosí, los agentes de policía prometieron a los manifestantes que no saldrán más a reprimir a la población.

La policía retira la custodia de la casa presidencial

Policías que custodian los alrededores del palacio presidencial en La Paz se replegaron a sus cuarteles el sábado permitiendo que los manifestantes ingresaran pacíficamente hasta las puertas de la casa de gobierno. Para ese momento el presidente Evo Morales no se encontraba en su despacho.

En los nueve departamentos del país miles de manifestantes han pedido a las fuerzas policiales que se unan a este reclamo popular denunciando el fraude electoral cometido por Morales quien ya lleva casi 14 años en el poder y se negó a respetar los resultados del referéndum popular de 2016 en el que la mayoría de los bolivianos votó contra su reelección.

En esa ocasión se consultó a los bolivianos si estaban de acuerdo o no con modificar el artículo 168 de la Constitución de Bolivia para que el presidente y el vicepresidente fueran reelectos dos veces de forma contínua. El «No» ganó con el 51% de los sufragios, mientras el «Sí» obtuvo el 49% de los votos.

A pesar de haber perdido la consulta popular, Evo Morales se presentó nuevamente como candidato presidencial en los cuestionados comicios celebrados el pasado 20 de octubre.

Esta rebelión en los departamentos de policía ha profundizado la crisis política y de gobernabilidad por la que atraviesa Bolivia desde las cuestionadas elecciones presidenciales en las que parte de los integrantes del organismo electoral declararon a Evo Morales como ganador.

Desde entonces se han registrado al menos tres personas muertas durante los enfrentamientos entre los grupos que apoyan a Morales y los sectores opositores, que exigen su renuncia y la convocatoria de nuevas elecciones.

Morales se niega a renunciar porque según él es legítimo al haber ganado las elecciones aunque varios organismos internacionales y algunos miembros del organismo electoral boliviano reconocen que hubo adulteración de los resultados electorales. Evo Morales ha llamado a sus seguidores a «defender el proceso de cambio».

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