Diáspora de Venezuela: ¿A qué países y por qué están emigrando los venezolanos?

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Venezolanos cruzando el Puente Simón Bolívar en la frontera entre Colombia y Venezuela.

La severa crisis económica y política que padece Venezuela, ha empujado a más de 4 millones de venezolanos a emigrar por todo el mundo en busca de nuevas oportunidades. La que fue hasta hace unas décadas atrás una de las economías más prósperas y estables de América Latina, es ahora uno de los países más empobrecidos y violentos del mundo, tras la instauración del régimen socialista – marxista desde 1999. Este reportaje está basado en un reciente estudio realizado por la firma encuestadora Consultores 21 sobre la diáspora de Venezuela, que devela a qué países y por qué emigran los venezolanos.

Hasta diciembre de 2017, en el 29 % de las familias nucleares venezolanas (es decir, aquellas  integradas por padre, madre e hijos) al menos uno de los miembros había emigrado. Este número de familias con parientes migrantes, aumentará significativamente este año de acuerdo a los cálculos que se hacen en el país.

Así comenzó la pesadilla

El horror que están viviendo los venezolanos comenzó hace 18 años, luego del triunfo del teniente coronel Hugo Chávez en las elecciones celebradas en diciembre de 1998. Durante los años de bonanza petrolera todo fue regalos y despilfarro. Pero la cara fea del llamado socialismo del siglo 21, no se mostró en todo su horror sino hasta la drástica caída de casi 70 % de los precios del petróleo -la única fuente de riqueza del país- a partir de 2014.

Hasta entonces, el país en su mayoría había apoyado elección tras elección al régimen socialista con la ayuda adicional de un fraudulento sistema electoral. Sin reparar mucho en la progresiva destrucción de la economía, que ganaba terreno conforme Hugo Chávez iba colonizando todas las instituciones democráticas del país, hasta convertirlas en fichas al servicio de su destructivo plan de toma del poder.

Se impusieron férreos controles de cambio y de precios, comenzó la persecución contra el sector privado y la confiscación de empresas y fincas, la mitad de los técnicos de PDVSA fue despedida y la petrolera pasó a ser la caja chica de la Revolución Bolivariana. El resultado fue la desaparición de más de 500 mil empresas, según datos de Consecomercio, durante los 18 años de gobierno del dúo Chávez-Maduro.

Un gobierno rico y una nación pobre

El país había recibido por sus exportaciones petroleras casi un billón de dólares, de los cuales un poco más de 300,000 millones fueron a parar en cuentas bancarias personales de los llamados boliburgueses en paraísos fiscales de Estados Unidos, Islas Caimán, Luxemburgo, España, Andorra, Suiza y Hong Kong.

Paralelamente, la nación se empobrecía y hacía más dependiente del estado militarista y autoritario impuesto siguiendo al pie de la letra el manual del régimen cubano.

A pesar de la colosal montaña de dólares que recibió el país durante la era chavista, la mayoría de los venezolanos se empobreció y ahora no puede pagar por las pocas medicinas disponibles, tampoco se alimenta suficientemente. Solo durante 2016, el 74 % de la población perdió más de 8 kilos de peso, según reveló la Encuesta Condiciones de Vida (Encovi). Además de la amenaza de muerte de unos 250,000 niños por desnutrición crónica este año.

Decepción y hambre alientan la diáspora

Luego del aplastante triunfo el 6 de diciembre de 2015 de las elecciones legislativas por la oposición congregada en torno a la Mesa de la Unidad Democrática, se creyó que la pesadilla terminaría muy pronto. Pero la burocracia legislativa no tomó decisiones a tiempo y permitió que Nicolás Maduro, un chofer de autobús bautizado por el diario alemán Der Spiegel como El Carnicero, reagrupara sus fuerzas y lograra urdir un sagaz plan para mantenerse en el poder y desacreditar al liderazgo opositor.

Durante todo el año 2016, la lucha por el poder entre los principales partidos opositores y una equivocada y hasta sospechosa actitud por parte del liderazgo político para enfrentar al  régimen, fueron minando la posibilidad de obligar a Maduro a someter a consulta su mandato o al menos cambiar de modelo económico.

Los intentos por lograr un cambio de régimen para atender la grave crisis económica, quedaron truncados con la negación del referendo revocatorio del mandato a Maduro en octubre de 2016 por parte del Consejo Nacional Electoral, de mayoría oficialista.

Esto provocó una gran oleada de inmigrantes, que comenzaron a perder la esperanza de ver al país liberado del régimen socialista mediante elecciones libres y transparentes. Posteriormente, la imposición fraudulenta de una Asamblea Nacional Constituyente en julio de 2017, constituida únicamente por afectos al régimen de Maduro, terminó de hundir las pocas esperanzas que abrigaban los venezolanos para salir de la crisis.

Ni con votos ni con protestas se logró el cambio

Desde 2014 la decepción se fue multiplicando. Primero fue “La Salida” convocada por Leopoldo López con el apoyo del movimiento estudiantil universitario que dejó 43 personas asesinadas y cientos de detenidos y perseguidos. Luego vinieron las protestas de 2017 y el número de víctimas aumentó a 157 como consecuencia de la feroz represión gubernamental.

Ni con votos ni con protestas fue posible desalojar al gobierno del poder y lograr el cambio prometido a la población. No obstante las multitudinarias manifestaciones que se produjeron durante esos años y el apoyo mayoritario de la población.

Si bien la protesta ciudadana no logró obligar a Maduro a consultar a la población, el resultado más visible fue la develación del rostro tiránico del régimen socialista venezolano. Ya nadie más podría en duda que en Venezuela gobierna una camarilla militar y civil de características gansteriles.

Era imposible seguir ocultando al mundo la violación sistemática de los derechos humanos y el empleo de métodos sangrientos para mantenerse en el poder con el apoyo de las Fuerzas Armadas Nacionales y los grupos paramilitares llamados colectivos entrenados para matar en Cuba. Entonces, Maduro tomó la decisión de no entregar el poder “ni por las buenas ni por las malas”.

Venezuela un país sin esperanza

El estudio de Consultores 21, reveló que el 50% de los venezolanos que quieren irse son los más jóvenes, precisamente aquellos en edad más productiva, entre 18 y 44 años. Esto explica por qué ha comenzado a escasear la mano de obra profesional y obrera en el país. Desde albañiles hasta ingenieros, médicos o profesores, se cuentan por miles los venezolanos que han abandonado su tierra en busca de “otra cosa”.

La crisis provocada por la Revolución mató los sueños de cientos de miles de jóvenes recién graduados o empleados ya cansados de las permanentes colas, la escasez de alimentos, la inseguridad y la sensación de estar perdiendo el tiempo y vivir sin esperanza.

Pese a que muchos se resistían a emigrar, en el último trimestre de 2017 el 44% de la población con deseos de emigrar llegó al hartazgo. Luego de pasar la Navidad más triste de la historia, ya la decisión estaba tomada. Este año otra marejada de inmigrantes saldrá del país.

Los jóvenes son los que más desean abandonar el país. El 51% de los emigrantes son jóvenes entre 18 y 24 años. Seguido de otro grupo etario comprendido entre los 25 y los 44 años (39%) y los venezolanos de edades comprendidas 45 años o más años (30%). “Si esto sigue así en este país nos vamos a quedar puros viejos”, comentaba la señora María Labrador, una ama de casa cuyos hijos han emigrado a Chile y España y desde allí le envían entre 50 y 100 dólares mensuales para su manutención.

¿Por qué están emigrando los venezolanos?

Las razones para emigrar principalmente son la situación económica, de acuerdo al estudio. 9 de cada 10 personas encuestadas que manifestaron querer emigrar, piensan que la situación económica y política del país se está agravando.

El estudio reveló que 63 % quiere emigrar por razones económicas, mientras que 29 % lo hará por la situación política reinante. Otro 7% dice que lo hará para aprovechar oportunidades.

Además, las esperanzas de lograr una salida negociada a la crisis a través de los diálogos entre el gobierno y la oposición en República Dominicana, con el acompañamiento de varios gobiernos, son casi remotas para la mayoría.

Los Maduristas también se van

Los venezolanos que engrosarán la diáspora venezolana este año están distribuidos por regiones. El 25 % vive en la Región Centro Occidental – Zulia, el 21,5 % en la Región Andes – Llanos, esto se explica por las facilidades que ofrece la frontera. Otro 20 % de los migrantes pertenece a la Región Oriental, 19,0% vive en la Región Capital y 14,5 % de los migrantes encuestados en la región Central.

Igualmente, en la segmentación por clase socioeconómica la encuesta ofrece un panorama desolador para el país. El 55 % de los emigrantes son personas profesionales o trabajadores que pertenecen a las clases media y alta de la sociedad venezolana.

La mayoría (87 %) culpa al gobierno de la crisis venezolana, que tiene a familias enteras pobres comiendo de la basura diariamente en las afueras de restaurantes y comercios.

Pero hay un dato interesante que muestra la encuesta. De la población con deseos de emigrar este año consultada, el 33,1 % se declaró madurista y 5,8 % chavista no madurista. Mientras que 56 % se manifestó como opositor y 8,6 de otra definición ideológica.

¿A qué países emigran los venezolanos?

Suramérica con 56 % encabeza los destinos preferidos por los migrantes venezolanos, debido a la cercanía geográfica, cultural, familiar y de lenguaje que brinda. Luego aparece Norteamérica con 15 %, seguido de Centro América y el Caribe 9%, y Europa con 6% (NS/Cualquiera, 14 %).

De la región suramericana Colombia y Chile están empatados con 17%, como los países preferidos por los emigrantes. Luego aparecen Perú y Estados Unidos con 10% cada uno, Ecuador con 8%, Panamá 7%, España 5%, Argentina 4%, Caribe 2% y Canadá 1,5%.

Un dato en el que casi todos los encuestados coinciden es en que la crisis se agravará más este año y que la culpa es del gobierno. El 96 % de los encuestados considera que su situación actual es peor que hace un año y que se está agravando aceleradamente.

Los que quieren quedarse

A la mayoría de quienes desean quedarse no le faltan ganas de querer emigrar también, pero no lo hacen por razones económicas y de edad, por trabajo, miedo a la incertidumbre o a dejar sus bienes.

De este grupo, 63 % lo define la encuestadora como marginal y 41% pertenece a la clase media – alta. La edad es una de las mayores limitantes para emigrar tal como lo demuestra la encuesta. Por grupos etario, las personas de 45 o más años (67%) son las menos susceptibles a querer abandonar el país.

El siguiente grupo integrado por personas entre 25 y 44 años, 56% manifiesta que se quiere quedar y el tercer grupo entre 24 y 28 años, el 46 % tampoco emigrará.

Aun cuando la crisis se resolviera en el corto plazo, la economía en los próximos meses o años quedará devastada por efecto de las dañinas políticas económicas implementadas por el régimen con la asesoría de los economistas marxistas Alfredo Serrano Mantilla (español) y Orlando Borrego (cubano).

La encuesta de Consultores 21, concluye graficando sus datos sobre la reversibilidad o no de la diáspora venezolana. 50 % manifiesta que regresará al país “si las cosas cambian”, 29 % dice que no regresará, 15 % está seguro que sí regresará y 5 % no sabe o no contesta.

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