Luego de una ansiosa espera, el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaidó, se reunió el miércoles con el presidente Donald Trump en la Casa Blanca, un encuentro que sella el apoyo de Estados Unidos al líder opositor reconocido como el presidente legítimo de Venezuela por casi 60 países.
La Casa Blanca dijo en un comunicado que la visita de Guaidó “es una oportunidad para reafirmar el compromiso de Estados Unidos con el pueblo de Venezuela y discutir cómo podemos trabajar con el presidente Guaidó para acelerar una transición democrática en Venezuela que pondrá fin a la crisis actual”.
La reunión en la tarde del miércoles fue la primera desde que Estados Unidos reconoció a Guaidó como presidente legítimo de Venezuela en enero del año pasado. En la mañana, Guaidó se reunió con el vicepresidente Mike Pence y los senadores republicanos por la Florida Rick Scott y Marco Rubio.
El martes, las imágenes de Guaidó recibiendo un aplauso de ambos lados del Congreso durante el discurso del estado de la Unión le dieron un fuerte respaldo simbólico a los esfuerzos de la oposición venezolana por desbancar al criticado gobernante Nicolás Maduro. Pero el equipo de Guaidó llevaba días realizando gestiones para intentar reunirse cara a cara con el presidente estadounidense tras una gira por Colombia, Europa y Canadá.
El sábado, Guaidó participó en un evento con la diáspora venezolana en Miami, en el que estuvieron presentes varios congresistas estadounidenses y donde el líder venezolano recibió la protección del Servicio Secreto, como a otros jefes de Estado.
Ese mismo día, el presidente interino se reunió con Rubio y Scott, pero la ausencia de Trump en el evento, quien estaba jugando golf en Palm Beach, aumentó las especulaciones sobre por qué el presidente de Estados Unidos, quien ha liderado una fuerte campaña de sanciones contra Maduro, no podía ofrecer al presidente de la Asamblea Nacional la ansiada foto en la Casa Blanca.
Un funcionario de alto cargo en la administración dijo a periodistas el miércoles que la visita de Guaidó a Washington no fue una sorpresa y se estuvo preparando por dos semanas y se mantuvo en privado “porque el presidente se comprometió a mostrar de manera prominente la causa de la libertad de Venezuela”.
El presidente Trump “ha dado instrucciones a su gabinete” para acelerar la política de la administración de máxima presión sobre Maduro, dijo el funcionario, quien anticipó “medidas impactantes” más allá de las sanciones del Departamento del Tesoro en los próximos 30 días.
Según el funcionario, Maduro ha permitido la entrada al país a grupos terroristas y ha convertido al país en un narco-estado, lo que ha llevado a la administración a considerar que la situación en Venezuela es un problema de seguridad nacional para Estados Unidos.
“Estamos a la mitad de nuestra campaña de presión máxima, y solo avanzamos en una dirección, y eso es hacia adelante”, dijo el funcionario, quien advirtió a Maduro que no interfiriera en el regreso de Guaidó o enfrentaría “consecuencias muy significativas”.
Un segundo funcionario dijo a McClatchy que tanto la aparición de Guaidó en el Congreso en la noche anterior como la reunión del miércoles intentan acallar las especulaciones de que la administración le estaba restando importancia a la política hacia Venezuela.
En su discurso sobre el estado de la Unión, Trump introdujo a Guaidó como “el verdadero y legítimo presidente de Venezuela” y dijo que Maduro era “un gobernante ilegítimo, un tirano que brutaliza a su pueblo”.
“Todos los estadounidenses están unidos con el pueblo venezolano en su justa lucha por la libertad”, dijo Trump. “El socialismo destruye las naciones. Pero siempre recuerden, la libertad unifica el alma”.
El Presidente Juan Guaidó fue recibido por el presidente Donald Trump en la oficinja oval de la Casa Blanca.
Scott había pedido a Trump que recibiera a Guaidó en la Casa Blanca en una conversación el lunes. “Me alegra que el presidente Trump haya dado este paso histórico en el día de hoy”, dijo el senador en un comunicado. “Esta reunión, en adición de tener al presidente Guaidó como invitado en el estado de la Unión anoche, envía un mensaje claro a Maduro de que su tiempo ha terminado”.
Tras reunirse con Guaidó el miércoles, Rubio alabó a la administración de Trump por “su liderazgo y su apoyo firme” a Guaidó.
En Miami, el presidente interino venezolano rehusó responder directamente si en una posible reunión con Trump discutiría la posibilidad de coordinar acciones militares para sacar a Maduro del poder, pero dijo que todas las opciones están sobre la mesa y “debajo de la mesa”. Al mismo tiempo, reconoció que cualquier acción militar estadounidense dependería enteramente de una decisión de Trump.
En una entrevista exclusiva con el Nuevo Herald y el Miami Herald, el líder opositor dijo que era Maduro quien estaba impulsando al mundo a tomar medidas más severas.
El debate sobre acciones más fuertes contra Maduro ha llegado a un punto álgido dentro de Venezuela tras un año en que pese a las sanciones de Estados Unidos, Maduro ha logrado mantener el control del país, gracias al apoyo de Rusia, Cuba y China. Pero hasta el momento, varios funcionarios de Estados Unidos, entre ellos el secretario de Estado Mike Pompeo, han dicho que prefieren una salida negociada a la crisis.
Tomado de El Nuevo Herald
