Faltando apenas menos de 30 días para la elección primaria que permita escoger el candidato unitario presidencial de las fuerzas democráticas, el gobierno ha dictado la orden a la nueva directiva del Consejo Nacional Electoral (CNE) de prestar apoyo técnico a esos comicios previstos para el 22 de octubre.
Con justa razón la mayoría de los venezolanos que se oponen al régimen socialista piensan que se trata de una manzana envenenada, porque nadie puede pensar que este apoyo sea de buena fe, sin algún interés no tan oculto de minar la primaria opositora.
Tres meses después de solicitar al CNE que prestara los planteles educativos donde normalmente se realizan las elecciones en Venezuela y tal como lo hace el PSUV cada vez que lo necesita, a los pocos días de solicitar dicho apoyo, la directiva del organismo electoral renunció a pesar de que su mandato se extendía hasta 2028.
El gobierno necesitaba renovar los miedos y sospechas entre los electores opositores para seguir en su plan de dispersar el voto opositor y dividir a las fuerzas democráticas.
La Comisión Nacional de Primaria (CNP) resolvió el problema organizando una primaria autogestionada, es decir, con centros de votación paralelos y con voto manual, lo que despertó un mayor entusiasmo de participación entre los electores haciendo que el entusiasmo por participar en estas elecciones creciera.
Según los datos de la empresa encuestadora Meganálisis, esta decisión acertada de la CNP permitió que tanto los indecisos disminuyeran 19% y los abstencionistas 39%. La mayoría desconfiaba de la presencia del CNE en los comicios aduciendo diferentes razones.
Unos piensan que el gobierno sabrá la identidad de quienes participaron y por quién lo hicieron. Otros que el gobierno influirá en los resultados inflando al candidato que considere màs apropiado para que sea su contendor, o que las elecciones están ya arregladas por el CNE.
Estas son falsas premisas con algo de verdad que contribuyen a ahuyentar a muchos electores. Así como la no intervención del CNE impulsó el deseo de participar en la Primaria también podría contribuir a la abstención. Aunque, las propias encuestas revelan que los electores han perdido el miedo, incluso los chavistas que desean participar.
A esta campaña de infundir miedo mediante amenazas directas a los organizadores de las elecciones, se ha sumado ahora el Referendo Consultivo sobre el Esequibo, el territorio que Venezuela viene reclamando desde los tiempos de la Independencia, donde fuimos despojados por Inglaterra de gran parte de ese territorio, ahora Guyana quiere quedarse con todo y quiere desconocer tanto el Laudo Arbitral de París en 1899 como el Acuerdo de Ginebra de 1966.
Este vasto territorio rico en recursos minerales como petróleo y gas y recursos forestales, Guyana nos lo arrebató desde el siglo pasado y ha otorgado a compañías extranjeras concesiones para su explotación contando con el apoyo internacional de sus aliados del Caribe y de Cuba. Esos mismos países a los que Venezuela le ha entregado miles de millones de dólares en petróleo regalado y así nos pagan.
Desde hace décadas, Guyana ha venido manipulando sus diferencias con Venezuela y tildó en los foros internacionales a los gobiernos venezolanos del periodo democrático que si defendieron ese territorio en disputa de agresivos, imperialistas y asociados a Estados Unidos, solo porque reclamábamos la devolución de ese territorio.
Desde 2004 Hugo Chávez dijo que cambiaría la visión de Venezuela sobre el territorio Esequibo y señaló que no se opondría a que el gobierno Amigo de Guyana otorgara concesiones petroleras a empresas norteamericanas para la explotación de esos recursos. Esto hizo que Guyana se convirtiera en uno de los mayores productores de petróleo del continente mientras nosotros no tenemos acceso a tales riquezas.
Después de 2 décadas de complacencia con el gobierno socialista de Guyana para que se aproveche de un territorio, que según el derecho internacional nos pertenece, ahora es que el régimen socialista reacciona con el ánimo de manipular a los electores venezolanos.
Está usando la disputa con Guyana como un elemento distractor de la Primaria y como un recurso para tratar de cohesionar a sus electores en torno al gobierno invocando el nacionalismo de los venezolanos. Pero también podría decidir que en lugar de la Primaria el 22 de octubre se celebre el referéndum.
Después de haberse hecho los locos durante 20 años ahora van a crear un ambiente prebélico con Guyana. Parece un montaje, una verdadera manipulación en tiempos preelectorales. Maduro tiene una base electoral muy baja, no más de 12%, según lo dicen todas las encuestas y necesita reconectarse políticamente con sus propios electores.
Pero la gente ya no vive de cuentos y quiere que le resuelvan sus problemas de alimentación, salarios, empleo y servicios. Por eso, el gobierno ha intentado sin éxito implosionar e impedir que la mayoría de los venezolanos elija soberanamente a un candidato que de verdad lo represente y derrote a un régimen que despilfarró la riqueza de Venezuela, destruyó la economía y ha lanzado a casi 7 millones de venezolanos al exilio forzado.
Si el gobierno coarta la libertad de elección de los venezolanos al impedir que elijamos libremente a un candidato presidencial, estará cerrando toda posibilidad de cambio democrático a través del voto libre en Venezuela.