- Ambos gobiernos aliados políticamente, discuten la idea de una moneda común ante el escepticismo de los analistas.
- Las conversaciones en torno a este proyecto en ciernes que busca reducir la dependencia del dólar, apenas están comenzando.
Los gobiernos de Argentina y Brasil, han iniciado conversaciones para la creación de una moneda común. El planteamiento esbozado durante la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), tiene como objetivo reducir la dependencia de las dos economías más grandes de América del Sur del dólar estadounidense.
Para los analistas la idea no pasa de ser un ambicioso sueño con amplias posibilidades de fracaso como ya ha ocurrido con otros proyectos similares. “Es difícil creer que Argentina y Brasil realmente se muevan en esta dirección dadas las discrepancias en las dos economías en la etapa actual”, comentó Mario Marconini, director gerente de la consultora Teneo a CNBC.
Moneda común no reemplazaría al real ni al peso
Hay mucho escepticismo con respecto a esta propuesta de integración. En primer lugar no solo por las discrepancias históricas entre ambas economías, sino por la rapidez con que está cambiando la orientación política de los gobiernos en la región.
“Nuestros ministros de Hacienda, cada uno con su propio equipo económico, pueden hacernos una propuesta de comercio exterior y transacciones entre los dos países que se haga en una moneda común”, dijo el lunes el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, en una conferencia de prensa en Buenos Aires. Aires, Argentina, según Reuters.
Hablando en su primera visita internacional desde que asumió el cargo , Lula dijo que la moneda inicialmente estaría diseñada para el comercio y las transacciones entre Brasil y Argentina. Más tarde podría ser adoptado por otros miembros de Mercosur, el principal bloque comercial de América del Sur.
El ministro de Finanzas de Brasil, Fernando Haddad, dijo que la adopción de una moneda común no fue diseñada para reemplazar al real brasileño y al peso argentino. Según los informes , agregó que la moneda aún no tiene un nombre o fecha límite, ni los países buscarían una unificación monetaria al estilo del euro.
No es más que un anuncio “extravagante”
Jimena Blanco, directora de la consultora de riesgos para las Américas Verisk Maplecroft, describió las conversaciones como un anuncio “extravagante” diseñado “para llamar la atención sobre una cumbre regional que de otro modo sería intrascendente”.
“Tres décadas después de su creación, MERCOSUR aún tiene que cumplir su principal objetivo de integración comercial para sus cuatro miembros fundadores”, dijo Blanco a CNBC por correo electrónico. “Desarrollar e implementar una moneda sudamericana común es, por lo tanto, un juego de niños”.
“Ni Argentina ni Brasil disfrutan de las condiciones económicas o políticas necesarias para embarcarse en un cambio tan fundamental, que llevaría décadas implementar de manera efectiva”, dijo Blanco.
“Esperamos que el ‘Sur’ tenga el mismo destino que el Peso Andino, que nunca despegó, o el Sucre, la moneda de pago digital que usa Venezuela y países ideológicamente alineados que no tiene más que valor simbólico y no ha logrado mellar la importancia del dólar estadounidense en el comercio regional”, agregó.
Conversaciones exploratorias
El presidente argentino, Alberto Fernández, dijo que, si bien aún no estaba claro cómo podría funcionar la moneda única en la región, Lula y él coincidieron en que depender de las monedas extranjeras para el comercio era perjudicial.
“Es difícil creer que Argentina y Brasil realmente se muevan en esta dirección dadas las discrepancias en las dos economías en la etapa actual”, dijo a CNBC Mario Marconini, director gerente de la consultora Teneo.
Marconini destacó que a los países europeos les tomó décadas llegar a un punto en el que los países miembros se sintieran listos para avanzar con una moneda común, y este proceso siguió un período sostenido de coordinación y un nivel relativamente alto de alineación en la política macroeconómica.
Agregó que Lula era “diplomático” para no contradecir al ministro de Economía de Argentina, Sergio Massa, quien había hablado oficialmente sobre los dos países trabajando hacia una moneda común.
“Sin embargo, Lula no se comprometió a nada más que conversaciones exploratorias iniciales sobre asuntos monetarios bilaterales”, dijo Marconini.
“La voluntad de Lula de seguirle el juego refleja mucho más el deseo de su gobierno de retomar las buenas relaciones con Argentina [y América Latina] que algo concreto sobre cómo avanzar en un tema que económicamente no tendría sentido en la coyuntura actual”.
Con información de CNBC.