Los beneficios de practicar artes marciales como el Aikido

Compartelo
Pin on PinterestShare on FacebookShare on Google+Tweet about this on TwitterShare on LinkedIn

Es un arte marcial de carácter defensivo, creado al combinar varias artes marciales tradicionales japonesas, junto con la enseñanza espiritual muy profunda.

Los beneficios derivados de la práctica de artes marciales, como el Aikido, son verdaderamente notables. Este arte marcial, surgido de la fusión de diversas disciplinas tradicionales japonesas con una profunda enseñanza espiritual, ofrece una experiencia única que va más allá de la mera actividad física.

Aunque comúnmente se asocian las artes marciales con la cultura oriental y sus técnicas tradicionales con raíces en Asia, es interesante observar cómo su influencia se ha extendido por todo el mundo, incluyendo a Venezuela y al resto de América Latina.

La evolución de estas disciplinas ha dado lugar a especialidades de combate y deportivas como las artes marciales mixtas (AMM) o el kickboxing, junto con prácticas más tradicionales como el Kung Fu, el Karate y el Judo, que han conquistado el mundo.

La mayoría de las artes marciales, entre ellas el Aikido, promueven el pacifismo. Sin embargo, en una sociedad marcada por la violencia es necesario que nosotros y nuestros hijos estemos preparados adecuadamente para evitar ser víctimas.

Origen del Aikido

Entre todas las disciplinas, el Aikido destaca por ofrecer beneficios físicos y mentales excepcionales. Fundado por el maestro Morihei Ueshiba en 1945, el Aikido es considerado una de las artes marciales más completas. Su enfoque en la utilización de todos los poderes físicos y mentales lo convierte en un arte marcial terapéutico por excelencia para la salud humana.

Morihei Ueshiba, a lo largo de su vida, exploró diferentes estilos de artes marciales, desde sistemas de lucha hasta técnicas con armas, lo que contribuyó a forjar la riqueza y la complejidad del Aikido.

El encuentro crucial de Morihei con el Maestro Sokaku Takeda, así como su estudio del sintoísmo y su influencia de la Omoto Kyo, influyeron profundamente en la formación del Aikido. Este arte marcial no se limita a creencias religiosas, sino que representa una síntesis innovadora de la búsqueda constante del verdadero sentido del Budo.

Bajo el nombre de Aikido, Morihei Ueshiba, conocido como O Sensei (Gran Maestro), persiguió la paz y la unidad a lo largo de su vida, transformando la percepción del Budo en la sociedad. Su deseo era que el Aikido no solo sirviera como una técnica destructiva, sino como un medio para la reconciliación de la humanidad, un bien para todos.

Significado y beneficios del Aikido

La práctica constante del Aikido no solo promueve la reducción de peso, la tonificación muscular y el aumento de la resistencia cardiovascular, sino que también fomenta la disciplina y la armonía entre la mente y el cuerpo.

Aquellos que se sumergen en su práctica lo perciben como el sendero hacia la armonía, fusionando la energía en tres dimensiones clave: Armonía (AI), Energía (KI) y Vía o Camino (DO). Sus movimientos, marcados por la coordinación y la combinación de la respiración abdominal con el movimiento, desprenden una fluidez y relajación únicas.

El Aikido no solo se limita a la dimensión física; también actúa como un bálsamo que alivia las tensiones musculares, nerviosas y orgánicas. Regula las funciones del cuerpo, alinea sus componentes y restaura la circulación general, eliminando los obstáculos que bloquean la energía vital.

La práctica constante de este arte marcial brinda al participante no solo fortaleza física, sino también seguridad y coordinación en su ser.

La ejecución de los movimientos en el Aikido, caracterizada por una base sólida y un torso relajado, junto con el trabajo desde el centro de gravedad y las caídas controladas (Ukemis), aporta un valor añadido crucial: la alineación correcta de las vértebras lumbares, dorsales y cervicales.

Este enfoque preventivo se traduce en la evitación de los molestos «pinzamientos de nervios», causantes frecuentes de dolores de cabeza, malestares musculares y dificultades para caminar.

Mejorando la respiración y la concentración

La acción conjunta de cuerpo y mente se alcanza a través de la respiración consciente y la concentración en el «Hara». Este proceso, que implica la acumulación y distribución de la energía vital, puede ser dirigido y concentrado con la voluntad de la persona en cualquier parte específica del cuerpo.

El Aikido, en su esencia, se revela como un arte que va más allá de los movimientos físicos, ofreciendo una senda hacia la armonía integral de la persona.

¿Quiénes pueden practicar Aikido?

Este arte marcial se ajusta de manera idónea a cualquier persona, independientemente de su edad, género o condición física. El entrenamiento progresa gradualmente, permitiendo que cada persona evolucione de acuerdo con sus propias habilidades y ritmo.

En el Aikido, no se promueven torneos ni competiciones; en su lugar, se celebran seminarios, sesiones intensivas de entrenamiento generalmente llevadas a cabo durante un fin de semana, dirigidas por instructores altamente cualificados.

En este contexto, se respeta las capacidades y limitaciones de cada participante, convirtiendo al Aikido en una disciplina accesible para cualquier edad, género o condición física.

Además, no es necesario tener conocimientos previos de japonés para practicar Aikido, aunque las técnicas llevan nombres en japonés. El método de aprendizaje implica la asociación de movimientos e instrucciones con los términos en japonés.

¿Cómo es una clase de Aikido?

La clase inicia con un saludo al fundador, O Sensei Morihei Ueshiba, seguido de un saludo mutuo entre el profesor y los alumnos. A continuación, se lleva a cabo una breve sesión de meditación, conocida como Mokuso, con el propósito de calmar la mente y liberar el estrés acumulado, preparándose así para recibir las enseñanzas de la clase.

La preparación física sigue con ejercicios de estiramiento y fortalecimiento, antes de adentrarse en la práctica de caídas (Ukemis), que marca el inicio del trabajo cardiovascular. Finalmente, se aborda la ejecución de técnicas, donde el instructor, con la colaboración de un alumno, demuestra la forma de realizar un ejercicio específico, proporcionando explicaciones sobre los movimientos, detalles cruciales y errores comunes.

Posteriormente, los alumnos practican las técnicas de forma alternada con uno o varios compañeros. Para concluir la clase, se realizan nuevamente los saludos, cerrando así la sesión de Aikido de manera respetuosa y en armonía.

Beneficios Holísticos del Aikido para el Cuerpo y la Mente

En el fascinante mundo del Aikido, se revelan una serie de beneficios que impactan positivamente tanto en el cuerpo como en la mente. Este arte marcial va más allá de la mera práctica física, proporcionando una guía para mejorar la salud y mantener la funcionalidad y eficiencia incluso en edades avanzadas.

Cuerpo

  • Longevidad Funcional: El Aikido se erige como un vehículo para mejorar la salud y nos enseña a mantenernos funcionales y eficientes a medida que envejecemos.
  • Relajación Muscular: La práctica del Aikido favorece la relajación muscular, logrando el tono muscular idóneo sin tensiones, rigidez o contracciones.
  • Control Respiratorio: La respiración controlada, profunda y pausada desencadena efectos beneficiosos en el cuerpo y la mente.
  • Circulación y Oxigenación: La relajación circulatoria mejora la irrigación sanguínea, mientras que la relajación respiratoria aumenta la oxigenación, purificando el organismo al eliminar sustancias tóxicas derivadas del metabolismo.

Mente

  • Concentración y Percepción: La mente se centra en la respiración y las sensaciones corporales, estimulando las percepciones y tomando conciencia del propio cuerpo.
  • Armonía y Unidad: A medida que la mente se libera de perturbaciones, surge la armonía y la unidad entre cuerpo y mente, disipando la dispersión mental.
  • Bienestar Emocional: El Aikido emerge como una herramienta crucial en la lucha contra la depresión y estados anímicos negativos, mejorando la capacidad de reacción al estrés y reduciendo la ansiedad y el nerviosismo.

La relevancia de los ejercicios respiratorios en el Aikido se manifiesta al eliminar el exceso de dióxido de carbono y sustancias tóxicas, renovando el aire residual y favoreciendo la relajación corporal y del sistema nervioso. Cada técnica enfatiza la importancia de la respiración correcta y la relajación muscular, contribuyendo a mejorar la postura en la vida diaria.

Consejos Prácticos para el Aikido

  • Caídas Conscientes (UKEMIS): Dominar las caídas es esencial para prevenir lesiones.
  • Desplazamiento Suave: Aprender a caminar y desplazarse con suavidad, manteniendo un centro bajo y sin tensión.
  • Versatilidad Técnica: Practicar las técnicas de manera bilateral, aprender el manejo de armas y prepararse para exámenes de pase de grados Kyus.
  • Mejora Física y Mental: Trabajar en la mejora de la bilateralidad, coordinación y la gestión del estrés.
  • Ambiente Armonioso: Sumergirse en un entorno agradable y armonioso, donde el disfrute se entrelaza con el aprendizaje.

En resumen, el Aikido no solo es un arte marcial, sino una filosofía que busca la plenitud y la armonía en la vida. Pero también te enseña a defender del intento del maltrato físico o la agresión de otras personas. Con su práctica puedes elevar tu nivel de seguridad personal y el de tu familia en la calle.

Si te interesa practicar Aikido o Karate Do no dudes en contactar con la academia Aikido Orenji Dojo de San Cristobal con los sensei Ruben Uztariz / Jaime Naranjo. Dirección: Barrio Obrero, calle 11 entre carreras 17 y 18. Instagram: @aikiso.sc / @coachuztariz

Articulos que te pueden Interesar:

Comenta esta Publicación: