Gocho: La palabra que subió del páramo al diccionario de la RAE

Comparte esta noticia:

Pocas palabras en Venezuela han tenido un recorrido tan particular y entrañable como “Gocho”. Nacida en los Andes y tejida entre la neblina de los páramos, a lo largo de la historia esta voz española ha sido de todo: apodo, insulto, bandera de identidad y, finalmente, gentilicio oficial.

Recientemente, la Real Academia Española (RAE) reconoció formalmente la palabra gocho como gentilicio de las personas nacidas en los Andes venezolanos. Lo que durante décadas fue usado de forma informal, despectiva y también afectiva, ahora tiene un lugar legítimo en el Diccionario de la lengua española (DLE).

Este hecho no fue menor. En un país dividido, empobrecido y afectado por migraciones masivas, reconocer gocho como palabra formal representó un acto de validación cultural. Muchos tachirenses en el exilio celebraron este reconocimiento como una forma de mantener viva su identidad más allá de las fronteras.

Este hecho representa un hito cultural que no solo celebra una palabra, sino una historia entera en la que se explica la vida de todo un pueblo. Es el reconocimiento a un gentilicio muy particular integrado por gente laboriosa, inteligente, persistente, creativa y sobre todo, ‘buenagente’.

Origen y reivindicación del término “gocho”

El origen de la palabra gocho es tan enigmático como el propio acento andino. Algunos lingüistas sugieren que proviene del caló gitano, donde “gocho” significa “cerdo”, igual que en ciertas zonas de España. Otros sostienen que pudo llegar a América desde Galicia o Asturias, lugares donde también tenía connotaciones rurales o campesinas.

En Venezuela, el término comenzó a usarse de forma despectiva para referirse a personas de los Andes —en especial del Táchira—, por su acento, vestimenta o hábitos conservadores. Sin embargo, con el tiempo, fueron los mismos tachirenses quienes resignificaron la palabra y la transformaron en una insignia de identidad cultural.

Así se forjó el orgullo gocho. De ser un insulto se transformó en emblema para reivindicar el gentilicio sobre todo tachirense. Durante décadas, ser llamado gocho fuera de los Andes podía sonar a burla. Pero fueron los propios tachirenses, con su característico humor seco y su amor propio regionalista quienes le dieron la vuelta al significado de la palabra.

Uno de los primeros en darle un significado positivo a la palabra fue justamente Carlos Andrés Pérez. El líder tachirense usó el término “El Gocho pal 88” durante su segunda campaña electoral presidencial reivindicando el gentilicio andino como símbolo de poder y orgullo.

La RAE no pudo ignorar más un vocablo hecho universal por la diáspora

Así, al calor del regionalismo tachirense y andino, ampliamente reconocidos en Venezuela, la palabra gocho fue adquiriendo relevancia y uso afectivo frecuente en programas de radio y tv, en campañas turísticas y en la vida diaria.

Más recientemente en las redes sociales el término se ha convertido en emblema.  Etiquetas como #OrgulloGocho o #SoyGochoYQué han invadido las plataformas de Instagram y TikTok, especialmente en eventos deportivos o en fechas patrias.

Ha sido tal la fuerza del gentilicio andino, ahora está distribuido por los cinco continentes, que la Real Academia no pudo ignorarlo más. Los miles de gochos que han emigrado y pueblan los sitios más recónditos del planeta son el estandarte que da fisonomía al ser andino.

En julio de 2025, gracias a la labor investigativa del historiador Walter Márquez y de la periodista Mariana Duque, así como del apoyo institucional de la Universidad del Táchira, la Asociación de Alcaldes y el Colegio Nacional de Periodistas, finalmente la RAE admitió la palabra y la integró al Diccionario de la Lengua Española.

Los gochos que forjaron la historia venezolana

Cuando se habla del gentilicio gocho, no se habla solo de un acento, una ruana o un sombrero andino. Sino de una verdadera casta de personajes históricos. Los Andes venezolanos han dado al país algunas de sus figuras más decisivas, muchas de ellas nacidas o formadas en el estado Táchira.

Durante el siglo 19, varios tachirenses y merideños tuvieron una destacada participación en la Guerra de Independencia de Venezuela, tales como José Cayetano Redondo Moreno, Juan José García de Hevia y María del Carmen Ramírez, al igual que Justo Briceño Otálora y Rafael González Pacheco.

Del mismo modo que en las artes, las armas y la política lo fueron Josefa Melani de Olivares, Flor María Corina Cárdenas, Buenaventura Macabeo Maldonado Vivas, Juan Pablo Peñaloza, Pedro María Morantes y Emilio Constantino Guerrero, a principios del siglo 20.

A finales del siglo 19 y principios del siglo 20, irrumpieron figuras como Cipriano Castro, quien lideró la Revolución Restauradora, que llevó a los tachirenses al poder en Venezuela. Durante su presidencia, entre 1899 y 1908, Castro se encargó de reinsertar al Táchira en el mapa político y social del país.

Otros gochos destacados

Rafael de Nogales Méndez (1877-1937). Militar y escritor, quien participó en diversos conflictos entre los que resalta la Primera Guerra Mundial, al servicio del ejército otomano. Este políglota de espíritu aventurero estuvo también combatiendo en México y luego en Nicaragua al lado de César Sandino.

Juan Vicente Gómez, el dictador más longevo de la historia venezolana (1908–1935) hasta ahora, nacido en La Mulera (Táchira), impuso orden, inició la modernización de la infraestructura vial del país y creó una nueva élite política… con sello gocho.

Igualmente, Eleazar López Contreras e Isaías Medina Angarita, también tachirenses, encabezaron los gobiernos que sucedieron al gomecismo. Fueron los primeros presidentes modernos que avanzaron hacia la democracia sin romper del todo con el pasado.

A Marcos Pérez Jiménez, quien gobernó con mano dura al país entre 1952 y 1958, se le reconoce su aporte modernizador del país. Algunas de las infraestructuras viales y urbanas y los programas de desarrollo del país más serios fueron posibles gracias a este tachirense, profundamente comprometido con el avance económico de Venezuela.

El Dr. José Gregorio Hernández, nacido en Isnotú, estado Trujillo, llamado “el médico de los pobres”, representa la espiritualidad y vocación de servicio de los andinos. Su reciente beatificación por el Vaticano unió al país entero.

👉 Lee también: Venezuela, cuna del cacao fino de aroma

Los gochos no solo construyeron caminos y ferrocarriles

Carlos Andrés Pérez, fue presidente de Venezuela en dos periodos y marcó la historia política del país en las décadas de 1970 y 1990. Su gran aporte apenas comienza a ser reconocido en la actualidad como gran impulsor de la democracia venezolana e iberoamericana.

Fue el arquitecto de la llamada Gran Venezuela con la nacionalización del petróleo y el impulso a la agro-industria, contribuyó a la profesionalización del país mediante el programa de becas Gran Mariscal de Ayacucho e intentó relanzar a Venezuela mediante un agresivo programa de reformas económicas necesarias.

En la segunda mitad del siglo pasado, destacan el periodista, historiador y político Ramón J. Velásquez (presidente de Venezuela entre 1993-1994), Diógenes Escalante (diplomático y abogado, el mártir de la democracia, Leonardo Ruiz Pineda y el poeta Manuel Felipe Rugeles. Luego, el cantante y compositor Chucho Corrales, el pintor, caricaturista y humorista, Pedro León Zapata y la escritora Lolita Robles de Mora.

En cuanto a los gochos merideños más destacados de la historia están entre otros: Mariano Picón Salas, escritor, diplomático y académico venezolano. Alberto Adriani, destacado economista, escritor y político, quien fue ministro de Agricultura y de Hacienda. Durante casi todo el siglo 20, los gochos no solo construyeron caminos y ferrocarriles. También ayudaron a construir la actual nación venezolana.

Otros tachirenses, merideños y trujillanos que han jugado un papel relevante dentro y fuera de Venezuela son el actor de cine y televisión Edgar Ramírez, el jugador de fútbol profesional Tomás Rincón, el médico, jugador y entrenador Richard Páez, el ex grande liga Johan Santana y el reconocido arquitecto Fruto Vivas, ya fallecido.

La cantera de gochos notables es inagotable. Hombres y mujeres valiosos en distintos campos del saber, las artes, la ciencia y la industria en general están dejando huella en Venezuela y el mundo actualmente. Muchos de ellos son desconocidos pero su labor diaria es primordial dentro de sus respectivos ámbitos.

Cultura gocha: tradiciones, acento y autenticidad

La Feria de San Sebastián es las más importantes de Venezuela.

Hablar de un gocho es hablar de un hombre o una mujer profundamente arraigado a su terruño. En el Táchira, y en general en los Andes venezolanos, la cultura gira en torno al respeto, la fe y la constancia.

El acento andino es musical, con modismos únicos: toche, aguamiel, apatentar, apuntalar, bastimento, bombiado, fresco, galletero, imbombo, machiro, mechas, ala, ora pues, ñoña, mijo-a, pelao, chino, miche, chocheco, entre muchos otros, que se pronuncian con una cadencia especial que recuerda la montaña.

Algo que caracteriza al gocho es su amabilidad y buenos modales. Suele ser directo en el trato pero cordial, con una cortesía heredada de la tradición hispánica.

Tradiciones más destacadas

Procesión de la Virgen de la Consolación de Táriba.

La Feria Internacional de San Sebastián que se celebra en el mes de enero. Es esencialmente una feria mixta que mezcla la tauromaquia, con las exposiciones ganaderas y comerciales, desfiles, música, y deportes con la Vuelta al Táchira, como evento principal.

Así mismo, en la región andina existe una acentuada fe religiosa, con celebraciones como el Día del Santo Cristo de La Grita y las fiestas de Nuestra Señora de la Consolación de Táriba, dos íconos religiosos ampliamente venerados por la feligresía católica.

Y por supuesto, como en toda cultura destacable la comida es un elemento principal. En la mesa gocha destaca el mute andino, la pizca andina, la trucha frita, la arepa de trigo, el caldo de gallina criolla y el legendario queso ahumado.

Sin dejar de lado la singular hallaca andina, el morcón, y la chanfaina. También son populares en esta región la sopa de pan, el cocido, y el lomo relleno y la gallina rellena. Acompañadas del masato, la chicha de maíz y una amplia variedad de dulces y pan, sobre todo el pan tachirense.

👉 Lee también: Pan Tachirense: De las Montañas Andinas al Mundo

Expresiones artísticas y fuerza económica

Los gochos también han dejado huella en la música, las artes plásticas y la economía. En la música destacan géneros como el vals andino, la tonada campesina, la lombarda, la guacharaca, entre otros. Diversos grupos musicales actualmente se encargan de mantener vivas estas tradiciones.

Históricamente la región Andina, pero particularmente el Táchira, ha sido un semillero para la creación musical. Sus escuelas de música y ahora el Sistema de Orquestas se han encargado de asegurar una generación de relevo de músicos y cantantes que está alcanzando niveles de excelencia.

De la misma manera en el campo de la pintura y las artes plásticas en general, han tenido en el Táchira tierra fértil para la creación plástica. Con pintores célebres como Manuel Osorio Velasco, José «Pepe» Melani, Pedro León Zapata, que transformó la sátira política venezolana desde una óptica profundamente crítica.

En cuanto a la economía tachirense y andina en general, históricamente ha girado en torno a la producción agrícola y ganadera, con un desarrollo notable en el comercio binacional con Colombia. Tanto Táchira como Mérida son dos estados con importancia histórica en la producción de café, cacao, flores, hortalizas, papa, fresas, etc. y en la producción animal (bovinos y leche) y truchas, gracias a la riqueza de sus suelos, clima y vocación agrícola.

¿Por qué ser gocho importa?

En la Venezuela contemporánea, marcada por la diáspora y la crisis, el gentilicio gocho ha servido como ancla emocional para miles de migrantes. Gracias al trabajo en redes sociales y en medios de comunicación de periodistas y creadores de contenido, la identidad andina ha crecido en popularidad, promoviendo la música, recetas, arte y acento de la región.

Figuras y equipos deportivos, artistas destacados, emprendimientos alrededor del mundo y la participación de andinos en concursos internacionales han revitalizado el orgullo regional, mostrando que ser gocho no es una limitación como profesaba el bullying central, sino una ventaja.

Ser gocho no es solo haber nacido en el Táchira, en Mérida o en Trujillo. Es vivir con una tenacidad para emprender y triunfar forjada entre montañas. Es subir cuestas todos los días, con un pan de trigo en la mochila y una sonrisa reservada. Es resistir, persistir y florecer, incluso en las situaciones más duras. Es trabajar para comer.

El verdadero espíritu del gocho no cabe en un diccionario. Es una mezcla de orgullo, honestidad y amor por la tierra donde se nace. Ser gocho es también una forma de vivir la vida con dignidad. Y es, por fin, una forma de ser reconocido por la historia.

Comenta esta Publicación: