En los últimos años, la crisis en Venezuela ha llevado a miles de personas a abandonar el país en busca de una vida mejor. ¿Pero cuál es el futuro incierto que enfrenta esta diáspora venezolana? En este artículo, analizaremos las causas y consecuencias de la emigración masiva desde Venezuela y cómo esta situación podría afectar el panorama político y económico del país caribeño en los próximos años.
A continuación un análisis detallado sobre esta crisis que pareciera no tener fin.
Revisión histórica de la migración venezolana
La inmigración venezolana en el mundo se ha intensificado desde mediados de la década de 2010, como consecuencia de la grave crisis económica, social y política que atraviesa el país. Según el Censo Nacional de Población y Vivienda (2011), cerca del 13% de los venezolanos reside en el exterior, lo que representa más de 4 millones de personas.
A pesar de que la propaganda del gobierno de Nicolás Maduro asegura que los venezolanos están regresando masivamente al país, la verdad es que la diáspora venezolana sigue buscando nuevas oportunidades de vida, pero ya no en el sur sino en el Norte y en Europa.
Cifras reveladas por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) indican que el número de venezolanos en el exterior en 2023 es de más de 7,13 millones entre solicitantes de refugio y asilo.
La emigración venezolana es un fenómeno relativamente reciente que se ha incrementado significativamente en los últimos años. Hasta la llegada de Hugo Chávez al poder, el venezolano era uno de los pocos pueblos latinoamericanos con vocación para migrar.
Era más bien un país receptor de migrantes europeos que llegaron en oleadas durante y después de la Segunda Guerra Mundial y de latinoamericanos cuyas economías no ofrecían las bondades de un país rico en petróleo y otros recursos minerales, agrícolas y piscícolas como Venezuela.
Adónde se han ido los venezolanos
Desde abril de 2019, la oleada de venezolanos que huyó del país lo hizo por la grave crisis económica y social que enfrenta desde entonces Venezuela. Según estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), entre 2013 y 2021, el PIB de Venezuela se contrajo más del 75%.
“Este es el porcentaje más elevado de los últimos 50 años para un país que no está en guerra”, señalan expertos del organismo financiero internacional. Y según ACNUR, esta es la mayor crisis migratoria en la región de América Latina y el Caribe en la historia reciente.
La mayoría de los emigrantes venezolanos se encuentran en países vecinos como Colombia (1,6 millones), Ecuador (479.293), Perú (248.253) y Chile (193.515). Asimismo, existe un importante número de venezolanos en Estados Unidos (729.385), España (265.685), Italia (165,000), entre otros países.
Desde que comenzó la crisis migratoria venezolana, se pueden distinguir tres etapas fundamentales. La primera oleada fue protagonizada por empleados de PDVSA, empresarios y grandes capitales perseguidos por el régimen de Hugo Chávez tras su vuelta al poder en abril de 2002, después de los asesinatos de Puente Llaguno y el alzamiento militar.
La segunda oleada comenzó entre 2010 y 2015 encabezada por profesionales y académicos y la tercera oleada que se produjo a partir de 2016 – 2017, después de las revueltas populares y estudiantiles exigiendo al dictador Nicolás Maduro respeto a la Constitución y los derechos humanos.
Principales razones de la migración
Tanto en la segunda como en la tercera oleadas migratorias se sumaron a la diáspora estudiantes, dirigentes políticos, profesionales y extranjeros residentes en el país que huían desesperados por la situación del país.
La mayoría de los venezolanos que han salido del país lo han hecho por diversas razones que incluyen: violencia y violación masiva de los derechos humanos por parte de los órganos represivos del estado, bandas armadas civiles (colectivos) y guerrilla.
Así mismo, la creciente inseguridad personal y jurídica, las amenazas contra jóvenes y activistas de los partidos políticos opositores. Junto con la escasez de alimentos y medicinas, el colapso de los servicios públicos esenciales y una terrible inflación que devora los pocos ingresos que percibe la mayoría.
Además, desde que comenzó la crisis económica en Venezuela en 2013, el país ha entrado en una espiral inflacionaria. La inflación se ha disparado a niveles históricos, el PIB per cápita se ha reducido y el desempleo y la pobreza son endémicos.
Entre las principales razones de la crisis económica en Venezuela encontramos:
1. Alto déficit fiscal
En 2012, el déficit fiscal venezolano era del 4,5% del PIB. En 2016, se había disparado a casi el 20%. Este déficit fiscal insostenible se debe a que el gobierno gasta más de lo que recauda en impuestos. Esto se ha hecho posible gracias a los ingresos petroleros, que han sido utilizados para financiar los gastos del gobierno.
2. Hiperinflación galopante
La otra razón es la altísima inflación. Venezuela sube de una hiperinflación como consecuencia directa del déficit fiscal. Cuando el gobierno gasta más de lo que recauda, tiene que emitir más dinero para financiar sus actividades. Esto provoca un incremento de la oferta monetaria y, por ende, de los precios tienden a subir.
La hiperinflación es una condición económica en la que los precios de los bienes y servicios se incrementan rápidamente y el valor de la moneda se erosiona. Venezuela está experimentando una hiperinflación histórica, y se espera que el índice de precios al consumidor aumente un 3.000% este año.
Este fenómeno se produce cuando hay más demanda de bienes y servicios de lo que está disponible, generando una escalada de precios. A menudo, la hiperinflación se produce después de un período de turbulencia política o económica.
3. Crisis política y corrupción
Venezuela ha estado experimentando una crisis política y económica durante los últimos años, lo que ha contribuido a la hiperinflación. Si a esto sumamos la corrupción generalizada por el régimen es evidente que el país no podía aguantar semejante saqueo a las finanzas públicas.
El régimen socialista presidido por Hugo Chávez y después por Nicolás Maduro recibió más de 960 mil millones de dólares entre 1999 y 2014. Sin embargo, esta inmensa masa de dinero fue dilapidado o pasó a engrosar las cuentas bancarias privadas de los líderes de la revolución y sus socios en el exterior.
El país obtuvo durante 17 años un ingreso anual promedio de 56.500 millones de dólares. Pero, a pesar de recibir más dinero que cualquier otro presidente venezolano, Hugo Chávez endeudó a Venezuela a niveles graves durante más de dos décadas. La deuda externa creció de 23,000 millones de USD en 1999 a 72,000 millones de USD en 2013.
Impacto de la migración venezolana en los países vecinos
La situación en Venezuela es una tragedia que no tiene fin a la vista. Miles de personas están huyendo del país todos los días en busca de alimentos y medicinas básicos, y el número de refugiados ya supera los 7 millones.
Los países vecinos no pueden seguir el ritmo de la llegada masiva de venezolanos, y el impacto en sus economías y servicios sociales es enorme. Colombia, Ecuador, Perú y Chile están buscando maneras de ayudar a los refugiados, pero no tienen los recursos necesarios para hacer frente a la crisis.
Mientras tanto, las fronteras se cierran cada vez más, lo que hace que la situación sea aún más difícil para los venezolanos. Las economías latinoamericanas no están en capacidad de albergar la estampida migratoria venezolana, pese a que representan una oportunidad para los países receptores.
La mayoría de los migrantes que se fueron en la segunda y tercera oleada migratoria, eran profesionales altamente calificados. Muchos de ellos con estudios de postgrado y doctorado y con experiencia laboral en sus respectivas ramas profesionales.
Por otro lado, la llegada masiva de venezolanos generó tensiones en los países receptores por razones laborales, profesionales y de seguridad. Proyecciones del FMI muestran que la integración de los migrantes a la economía formal, podría traducirse en un aumento de hasta 4,5% en los países de acogida hasta 2030.
Muchos de los migrantes venezolanos tienen mejor formación académica que el promedio de los trabajadores y profesionales de los países receptores. Lo que también ha generado brotes de xenofobia contra los migrantes del país caribeño.
Una reflexión final
Si bien uno de cada cinco venezolanos han emigrado hasta ahora, nada indica que este exilio obligado por las condiciones políticas y económicas vaya a parar. Por las fronteras terrestres, marítimas y aéreas cada día siguen saliendo cientos de venezolanos que ya no soportan convivir con el socialismo de Chávez y Maduro importado desde Cuba.
Se espera que al menos dos millones de venezolanos más que por alguna razón se quedaron en el país salgan también en los próximos años. El fracaso de las negociaciones políticas entre el gobierno y sectores de la oposición y la falta de condiciones para celebrar elecciones justas y democráticas hacen prever que el éxodo se mantendrá.
Muchos están esperando el resultado de las elecciones presidenciales del 2024. Si después de esta oportunidad no ven una salida democrática y ni la posibilidad de que el país mejore, una cuarta oleada de migrantes venezolanos estará haciendo maletas, dejando al país desprovisto de profesionales y jóvenes por completo para impulsar su economía.