Mientras eran atacados este viernes por fuerzas paramilitares al servicio de la dictadura de Daniel Ortega, estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua) difundieron un desgarrador video en el que se despiden de su familia, ante la posibilidad de morir ejecutados dentro de la parroquia en la que se encontraban atrincherados.
“Mamá, perdóname, salí a defender mi patria, te amo, ¿oíste?”, fueron las palabras de una joven estudiante entre llanto mientras transmitía un video a través de Periscope.
Mientras tanto otro joven decía: “A la mía (madre), que no la veo desde abril, desde que salí de mi casa en Estelí, yo le agradezco, díganle que la quiero mucho y que no me arrepiento de nada, morí por una causa”.
El cardenal de Nicaragua Leopoldo Brenes informó que dos estudiantes más habían fallecido y otros dos estaban heridos durante los ataques perpetrados por el régimen de Ortega contra los manifestantes que desde el viernes se encontraban atrincherados en una iglesia de Managua.
Los dos jóvenes fueron asesinados de disparos en la cabeza, uno de ellos identificado como Gerald Vásquez, de 20 años, fue ejecutado dentro de la parroquia y el otro murió desangrado en una barricada.
El cadáver de este joven no pudo ser recuperado durante el ataque por sus compañeros, dijeron varios testigos del sangriento hecho.
Al respecto, el obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, denunció este sábado a través de su cuenta de Twitter que el “Gobierno de Nicaragua atraviesa el límite de lo inhumano y de lo inmoral. Represión criminal desde la noche del viernes contra civiles, la mayoría estudiantes, es condenable bajo todo punto de vista».
Báez agregó que «¡La comunidad internacional no puede ser indiferente!». El conflicto en Nicaragua que lleva ya más de tres meses ha dejado hasta ahora 351 muertos.
Al igual que en Venezuela, durante las protestas de 2014, 2016 y 2017, donde decenas de jóvenes fueron asesinados por militares, policías y civiles afectos al régimen de Nicolás Maduro, en Nicaragua el dictador Daniel Ortega ha desatado una cruel represión contra los estudiantes universitarios que exigen democracia y justicia.
SC
