El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro ha anunciado que pondrá en marcha un censo de vehículos en todo el país para regular la venta de gasolina. Maduro no dijo explícitamente que se trata de un alza en el precio de los combustibles pero afirmó que la gasolina venezolana es la más barata del mundo.
La medida fue lanzada por el jefe de estado venezolano en el marco de un nuevo plan del gobierno para aumentar el precio de todos los servicios públicos dependientes del estado, durante la instalación de un congreso del partido de gobierno, Psuv.
Luego del anuncio del nuevo cono y la reconversión monetaria que intenta detener la voraz hiperinflación que comenzó en noviembre de 2017 y golpea duramente a la nación venezolana, el gobierno planea aumentar el precio de todos los servicios de forma disfrazada, según han comentado analistas políticos y económicos.
Para justificar la regulación y alza de los precios del combustible, Maduro dijo además que las actuales tarifas no cubren los costos de producción y estimulan el contrabando hacia Colombia y países del Caribe.
En tal sentido, Maduro indicó que entre el 3 y el 5 de agosto se realizará un censo a través del carnet de la patria, que es utilizado por el Psuv como un mecanismo de control social y político.
Una nueva forma de discriminación social y política
Si bien la medida de aumentar el precio de la gasolina y subsidiar a la población directamente ha sido recomendada al gobierno por diversos economistas, lo que intenta hacer Maduro es subsidiar el combustible solo a la población afecta al partido de gobierno que figura en la lista del carnet de la patria.
Entre sectores opositores al gobierno, comienza a circular la idea de que los propietarios de vehículos que no están incluidos en la lista del carnet de la patria deberán entonces inscribirse en ella y someterse a los lineamientos del gobierno.
Quienes decidan mantenerse ajenos a los mecanismos de control de gobierno deberán pagar el nuevo precio del combustible, la luz, el agua, el transporte público (Metro de Caracas, Transtáchira, etc.) de acuerdo con el valor de las nuevas monedas del nuevo cono monetario, que comenzaría a regir a partir del 20 de agosto.
El constituyente David Paravisini, justificó la medida diciendo que es “inevitable” aumentar el precio de los servicios para que funcionen y negó que se trate de una medida excluyente o discriminatoria
Pero en la práctica también es inevitable que quienes deseen contar con el subsidio gubernamental deban someterse a los dictados del gobierno y del Psuv a través del carnet de la patria, que es utilizado para controlar el voto de la población.
Para la gasolina, el precio menor por litro sería de 0,5 céntimos BsS, es decir, 50,000 bolívares fuertes, con lo cual las tarifas del combustible sufrirán un aumento de 20,000%.
El gobierno hasta ahora no se ha atrevido a aumentar el precio de los combustibles ni tampoco el de los servicios públicos en la proporción que está intentando hacerlo con el nuevo cono monetario.
En Venezuela desde el gobierno de Carlos Andrés Pérez en los años 90, se considera un tabú aumentar la gasolina por las reacciones que podría generar en la población. El nuevo cono monetario y la situación política actual del país, son la oportunidad que estaba esperando el gobierno para realizar estos aumentos.
La fuerte caída de los ingresos petroleros del país a pesar del aumento del precio del crudo en los mercados internacionales, ha obligado al gobierno a echar mano de todos los recursos disponibles, incluso las remesas de las cuales depende un gran porcentaje de la población en la actualidad.
De imponerse esta nueva forma de discriminación social a la población venezolana, el mercado de los combustibles en el país será dual, es decir, habrá dos mercados, uno subsidiado y otro no.
Seguramente quien logre adquirir la gasolina a un precio más barato se sienta estimulado a venderla de contrabando también como ocurre en la actualidad a falta de un negocio o trabajo más lucrativo.
