Reclusos venezolanos comen ratas para no morirse de hambre

Compartelo
Pin on PinterestShare on FacebookShare on Google+Tweet about this on TwitterShare on LinkedIn

El insólito caso de los reclusos venezolanos que comen ratas, se presentó en la cárcel de Vista Hermosa en el estado Bolívar en Venezuela.

El diario El Nuevo Herald, publicó esta semana este crudo trabajo que refleja la dura realidad que se vive en las cárceles venezolanas.

La crisis alimentaria ha alcanzado niveles extremos en el país, que hasta hace apenas unos años era presentado como el ejemplo de socialismo a seguir en el mundo.

La población reclusa ha tenido que recurrir a esta práctica de comer roedores y palomas para no morirse de hambre, debido a la escasez de alimento.

A continuación el testimonio de Alejandro Manuel Mago Coraspe, un recluso de de 41 años, quien tuvo que ser trasladado a principios de esta semana a un centro hospitalario cercano a la cárcel para ser tratado.

Luego de comer ratas que encontró muertas en el basurero de la cárcel, Mago Coraspe, presentó un cuadro de intoxicación severo.

No es la primera vez que come roedores

“Las cocinamos, pero quedaron como crudas. Así mismo las comimos. Yo creo que estaban envenenadas y por eso me cayeron mal. Las otras que me he comido las he matado yo”, le dijo a la ONG Una ventana por la libertad.

El hombre reconoció que no es la primera vez que consume este tipo de roedor, que él mismo los mata y que lo hace por “necesidad y hambre”. Sin embargo, dijo que las que se comió ese lunes no las mató él sino las agarró ya muertas del contenedor de basura de la cárcel de Vista Hermosa.

Mago tuvo que ser intervenido quirúrgicamente en el Hospital Ruiz y Páez, en Ciudad Bolívar, debido a que los huesos y cartílagos de las ratas le “obstruyeron el intestino”, según el informe médico al que tuvo acceso la ONG.

El recluso, preso desde hace 8 meses en esta cárcel por el robo de un vehículo, también presenta desnutrición severa e inflamación en sus piernas y pies.

Mago dijo que tener a su familia lejos —en Cunamá, Sucre, a 5 horas en carro— ha empeorado su situación, ya que no han podido viajar a visitarlo y llevarle comida.

También aseguró que otros compañeros suyos de la cárcel están pasando por la misma situación y que comen ratas o palomas para no pasar hambre.

La cárcel de Vista Hermosa pertenece al Ministerio del Poder Popular para el Servicio Penitenciario (Mppsp) y estaría fallando en la dotación de alimentos a los reclusos, le dijo a el Nuevo Herald la periodista venezolana Pableysa Ostos.

Con información de El Nuevo Herald

Articulos que te pueden Interesar:

Comenta esta Publicación: